viernes, 6 de noviembre de 2009


El Caballo

Esta pieza de ajedrez, de aparencia inocente, puede sorprender al adversario. En cierta manera, todos intentamos parecernos al caballo, un carácter modelo. Forma parte de un bando, en nuestro caso de un grupo de gente. Esta pieza interactua con las de su equipo siempre defendida por otra. Nosotros, las personas, a lo largo de nuestra vida conocemos a mucha gente, cada cual muy diferente de los demás. Por eso, en cuanto no nos sentimos respaldados por nadie decidimos cambiar de sitio. Vagamos por el tablero eligiendo los mejores movimientos y al fin, cuando creemos encontrar nuestro lugar intentamos adaptarnos. El caballo es un animal que se adapta cuando sus compinches le dan de lado.

Una vez que ha encontrado su sitio y es él, no tarda en destacar y consigue su propósito logrando un jaque mate tímido pero muy poderoso. El caballo no pierde los estribos ante situaciones difíciles, las afronta y salta por encima. Siempre salta, no se queda pensativo en los fracasos y en las posibles cosas negativas que le hayan podido suceder. Salta por encima de todo. Es inteligente porque tiene la capacidad de olvidar, cosa que pocos logran hacer sin rencor. En pocas palabras, es una fuerza bruta escondida (camuflada, mimetizada en su entorno), un torrente de enegía que fluye contra todo pronóstico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡QUÉ SORPRESA! Tú por aquí

BIENVENUE!!!!!!